Diario de un Corazón Muerto (Parte VII)

30/05/2009, Entre Sueños

Hoy tengo que contarte algo nuevo que me ha pasado. Llevo varios días seguidos soñando. ¿Puede ser la muerte parecido a soñar? En ocasiones pienso que sí. Sueño despierta y dormida, sueño a todas horas, como si realmente no estuviera viva.

Sueño tanto con él… en ellos recorro todos los lugares, momentos, caricias, gestos, vivencias… todo… me refugio en ellos y cada vez más… ¿eso es malo? Empiezo a tener miedo de dejar de vivir la realidad y empezar a vivir en un sueño profundo. Mario me da ánimo desde los sueños, ¿lo sabías? Me abraza y me dice que no tenga miedo de seguir adelante sin él. Que tengo que ser fuerte, volver a reír, volver a amar. Y yo lloro y le digo lo mucho que le echo de menos, que mi corazón lo siento muerto y tan solo creo que aún late cuando siento un dolor agónico al recordar que no está conmigo. Me besa, me sonríe, es como si estuviera aún junto a mí, por eso, me cuesta tanto despertar.

He hablado con mi psicólogo sobre este estado de sueños constantes. Él dice que tengo que moverme más, hacer cosas distintas, empezar a llenar mi mente con recuerdos nuevos, pero me cuesta… ¿Cómo hacerlo sin que él me acompañe en ellos? Ahora te escribo, y puedo ver desde donde estoy sentada las cajas de la mudanza. El piso se ve tan vacío… Miro las cajas donde están sus cosas, se las voy a enviar a sus padres, excepto el telescopio, eso no podría.

La mudanza se debe a que necesito cambiar de piso, en este creo verlo en cada esquina. En mis sueños me dice lo mucho que echa de menos ver mi risa, que aunque yo no lo crea, él sigue viéndome. Ese sueño me ha hecho estar más animada y sonreír más a menudo.

Nerea sigue ayudándome mucho saliendo a pasear cada día por el parque y pasando muchas noches a mi lado para que no esté tan sola. Llevo demasiado tiempo acompañada y ahora pensar en hacer cualquier cosa sola… mi alma arde.

Me pasa algo a veces. ¿Es normal que en ocasiones olvide que ha muerto? ¿Qué ya no está? Hace dos días buscaba en internet un hotel, ya que por motivos de trabajo tengo que hacer una conferencia fuera de la ciudad. Inconscientemente lo llamé para que me ayudara a elegir el hotel… antes siempre lo hacíamos juntos y si podía, me acompañaba. Cuando lo llamé y no obtuve respuesta… solo el silencio frío y solitario, realmente aterrador.

Querido Diario, ya te contaré qué tal la conferencia, mi primer viaje sola desde que no lo tengo a mi lado…

Te dejo esta frase:

“La soledad me aterra pero aún más hacer que los sueños sean mi única compañía”.